Y la magia surgió cuando la música y las estrellas se aliaron para acercarnos al cielo.
La noche de música y estrellas fue un éxito rotundo y quedará para siempre en el recuerdo de quienes la vivimos.
La tarde comenzó con la charla que ofreció Miguel Ángel Acebrón en el museo «El Granero» para darnos a conocer los tipos de telescopios que utilizan los astrónomos en sus observaciones, mientras tanto, los miembros de la agrupación astronómica ASTROGUADA montaban los suyos en la Cañada Real.
A continuación, nos dirigimos hacia la plaza de toros, donde Samuel Ocaña Pérez nos iba a ofrecer su concierto de piano. Más de trescientas personas nos reuníamos en el entorno.
Las notas del piano comenzaron a sonar, y Samuel empezó a tejer delicadas armonías y melodías con un gusto exquisito y una impecable interpretación. Las notas y los telescopios nos transportaron al cielo, y comenzó a surgir la magia. Algo inédito y mágico sucedió en nuestra aldea. Un joven con una trayectoria meteórica que brilla con luz intensa y un futuro prometedor lo consiguió.
Después nos dirigimos a la zona de telescopios, y los astrónomos nos iban presentando los astros y planetas a través de sus telescopios mientras nos explicaban de qué estaban compuestos, el porqué de sus colores y dónde buscar las galaxias. De pronto, vimos el cielo con ojos nuevos, como si lo estuviéramos descubriendo por primera vez.
Desde la asociación, no podemos estar más satisfechos con el éxito conseguido y esperamos poder repetir la experiencia el próximo año. Queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las personas y entidades que nos han ayudado a hacer realidad este sueño: Astroguada, Observatorio de Yebes, Junta de Comunidades y Ayuntamiento de Aldeanueva de Guadalajara.
Y, por supuesto, a cada uno de ustedes que nos acompañaron.