Un año más llegado el mes de Julio todos estábamos esperando la tan arraigada motorada de nuestro pueblo, y ya van ocho.
Como ya viene
siendo habitual hicimos una quedada para el día 7 de Julio a eso de las diez de la mañana. Como manda la tradición cogimos fuerzas con unos bocatas de lomo y algo más, esta vez tocaba en el Bar Papi .
Ya llegado el mediodía salimos a tomar las carreteras de la comarca pasando una mañana divertida en compañía de esos amigotes que tanto les gusta el tema de la moto.
Cuando el desayuno ya había sido digerido, nos reunimos a comer una suculenta paella preparada por Julian en el Rte. Mana, toda vez que se comentaba lo acontecido y ya se preparaba la del año siguiente.