Como viene siendo habitual la noche del 30 de abril, los aldeanoveros y aldeanoveras nos acercamos a la ermita para comenzar a cantarle el primer mayo a nuestra Virgen de la Soledad. La anécdota fue que, debido a un problema, tuvimos que hacerlo a la luz de las velas, lo que nos llevó a compartir un momento muy bonito y especial. Después de cantar los mayos, las mujeres de Aldeanueva se atrevieron con cánticos a la Virgen que entonaban en época de su niñez y juventud, por lo que resultó mucho más emotivo.
Posteriormente continuamos rondando a las mozas y aunque la noche no acompañaba ya que era algo fría, el ambiente se fue tornando cálido, repleto de jotas, canciones tradicionales y los típicos licores y dulces que en cada casa nos iban regalando.
Muchas Gracias a las mozas, los niños, mujeres, mayores y jóvenes que nos acompañasteis. ¡A seguir la tradición!